(PA Q VEAN Q SI ME PUSE A INVESTIGAR... JIJIJI)
HISTORIA DE HUAMANTLA
Cerca del año 900 a.C. un grupo de filiación chichimeca se adelanto a la peregrinación de las 7 tribus Nahuatlacas (los Xochimilcas, los Chalas, los Tepanecas, los Acolhuas, los Tlahuicas, los Tlaxcaltecas y los Mexicas); con el correr del tiempo, el grupo seria llamado Tlaxcalteca; saliendo de un lugar hasta ahora desconocido, llegaron a las orilla del lago de Texcoco, estableciéndose en los llanos de Poyauhtlan (el lugar despejado de nubes), más o menos por el año 1206 a.C. pero tuvieron dificultades con los señores de Cohuatlinchan (la casa de la serpiente) y fue así como se dirigieron a estas tierras tlaxcaltecas. Al establecerse el grupo fundaron la belicosa República de Tlaxcala, formada por 4 señoríos.
Tepecticpac (en la cima del cerro)
Ocotelulco (en lo alto del pino)
Tizatlán (lugar del tizatl)
Quiahuiztlán (donde llovizna)
Por el año 1455 un grupo de filiación otomí arribo a la tierra que hoy se llama Huamantla, entrevistándose con los senadores de Tlaxcala, para que les dieran permiso de vivir en esta zona, una vez que tlaxcaltecas y otomíes coincidieron en tener un enemigo común “los mexicas”, les permitieron vivir en estas tierras, fue así que fundaron la región llamada Tecoatzinco, hoy la ex hacienda de Tecoac (en el lugar de la serpiente bajo la piedra).En 1530 Hernán Cortés llega a los limites de Huamantla y fueron atacados por los Tecoatzincas quienes fueron diezmados por los españoles, una vez terminada la conquista los señores de Tecoatzingo que habían acompañado a Cortés fueron considerados como “fidelísimos caciques y vasallos” y los premió con un viaje a España en 1528. Una vez ahí, ante las cortes, pidieron al rey don Carlos V quien era el rey de España en ese entonces, una cedula real que les autorizara la fundación de un pueblo al pie mismo de la montaña llamada Matlalcuéyetl, llevando consigo un mapa donde aparecía asentado un cerro con árboles en línea y que ahí seria donde fundarían su población, en lengua náhuatl la frase arboles alineados se expresa en la palabra Cuahmanco, por lo que el pueblo se llamaría San Luis Cuahmanco, hoy Huamantla.
Nuestra señora de la Caridad
Dice la tradición que a fines del S. XVII, vivió en el lugar donde actualmente se levanta el Santuario de la Caridad y en humilde choza, un indio de nombre Baltazar, que poseía una imagen de la Virgen de la Asunción, a la que honraban todos los vecinos. Posteriormente Baltazar construyó una capilla a la que fue trasladada la imagen. Se hizo cargo de la ermita un clérigo de apellido Lechuga.
Con motivo de la caridad que se daba a los pobres en la ermita, los devotos de la Virgen de la Asunción la denominaron de la Caridad y su fiesta titular la celebraban el 15 de agosto. La población resolvió levantar un templo en el mismo lugar de la choza de Baltazar y quedó totalmente terminado a mediar el S. XVIII. Es de talla completa, mide 85 centímetros de altura, sin contar la peana, y se conserva en buen estado a pesar del tiempo: una diadema circunda su cabeza. La corona, la aureola y la palma fueron donadas por don Porfirio Díaz para ofrecerle su amor y gratitud por haber ganado la batalla de Tecoac.
La fiesta se celebra con los llamativos tapetes floreales que se extienden en las calles por donde pasa la Virgen. Es una tradición prehispánica que expresa el gusto de los indígenas por las flores, como se ve en los códices, donde los guerreros en lugar de armas llevan flores. En la madrugada del 15 de agosto, al finalizar la misa, la salida de la Virgen a la calle es espectacular: fuegos de artificio iluminan el cielo, la valla de niñas vestidas de blanco se alinean a lo largo de los tapices; la gente se acerca cada vez más al paso del carro alegórico donde va la Virgen. Los fieles han esperado horas para admirarla, la emoción es indescriptible, la imagen parece cobrar vida, hermosamente vestida, con los brazos abiertos. La Virgen se aleja y la gente va detrás con los cirios encendidos en las manos, caminando sobre las alfombras de flores.
